Por lo regular, estos exámenes y pruebas comprenden los siguientes:
- Exploración física. Puede consistir en medirte la estatura y el peso; controlar los signos vitales, frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura
- Análisis de laboratorio. Los análisis pueden consistir en un hemograma completo y análisis de sangre más especializados para controlar los electrolitos y las proteínas, además del funcionamiento del hígado, los riñones y la tiroides.
- Evaluación psicológica. Es probable que un psicólogo o un psiquiatra de salud mental te hagan preguntas sobre tus pensamientos, sentimientos y hábitos alimentarios.
- Radiografías: Para controlar la densidad ósea, detectar fracturas por sobrecarga o huesos fracturados, o detectar neumonía o problemas del corazón.
- Electrocardiografías: Para detectar irregularidades cardíacas.